Historia y Tradición
Baralt, primer hispano
miembro de la Real Academia de la Lengua
Española
Gral. Eumenes Fuguet
Borregales
El 3 de julio de 1810
nace en Maracaibo este destacado representante de las letras,
publicista: literato, filólogo, periodista, ingeniero (primera promoción) e
historiador, cuyas obras han sido elogiadas en España, Francia y reconocidas
ampliamente en Venezuela; hijo de Don Miguel Baralt y Doña Ana Francisca Pérez;
de niño es trasladado a Santo Domingo a la residencia familiar de su madre,
allá permanece hasta comienzos de 1821. De regreso a su natal Maracaibo, el 24
de julio de 1823, pudo observar el desarrollo triunfal de la batalla naval del
lago. En 1826 su familia lo envía a Bogotá a estudiar en el prestigioso colegio
San Bartolomé, residenciándose en el hogar de su tío Luis Baralt, senador ante
el Congreso grancolombiano. Obtenido el título de bachiller en Derecho Público,
regresa a Maracaibo en 1828; desempeña funciones administrativas en la milicia
marabina a la orden del prócer margariteño, el general en jefe Santiago Mariño,
con quien participa en 1830 en la Campaña de Occidente, paralelamente
recopilaba material para preparar sus
futuras obras, que pronto lo convertirían en un prestigioso investigador,
historiador y escritor.
En Caracas despliega sus cualidades intelectuales, dándose a
conocer con los pensadores de la época. En 1835 al lado del sabio Dr. José
María Vargas, se desempeña como teniente
de artillería durante la conjura de "Las
Reformas", que pretendía derrocarlo de la presidencia, es el primer
presidente civil de Venezuela. Por su lealtad y eficiente desempeño, Baralt fue
ascendido a capitán. Su conocimiento
histórico le permitió complementar los trabajos cartográficos de Agustín
Codazzi, con quien viajó a París el 11 de julio de 1840 junto al pintor Carmelo
Fernández, sobrino de Páez y Ramón Díaz, a objeto de revisar y supervisar la impresión de su obra
de tres tomos "Historia Antigua y
Moderna de Venezuela". De vuelta en Venezuela le reconocen sus valiosos aportes, y en tal medida le
solicitan estudiar y presentar sus recomendaciones sobre la problemática
limítrofe entre Venezuela y la Guayana Inglesa; a tal fin viaja a Londres en
1842 en calidad de asesor del embajador Alejo Fortique (1797-1845).
De la capital inglesa se traslada a España, donde permanecerá
hasta sus últimos días; realiza extensa producción literaria de tal manera,
que sus obras se encuentran en cada biblioteca de España y en algunos países
europeos. En Sevilla busca documentación sobre el litigio con Guayana Inglesa. En
1843 entre tantas obras importantes, publicó "Adiós a la Patria", donde denomina a Maracaibo "La tierra del sol amada". Nuestro
egregio paisano es solicitado para
escribir sonetos, odas, poemas y poesías, publicados en medios impresos
españoles desempeñándose como redactor
de fina pluma. Su obra "Poesías"
escrita en 1848, es ampliamente conocida, al igual que "Programas políticos, "Lo Pasado y lo Presente" y
"Libertad de Imprenta".
Al perfeccionar sus conocimientos de la lengua española
produjo en 1850 "El Diccionario
Matriz de la lengua castellana"; en 1855 publica "El Diccionario de Galicismo”, con
prólogo del prestigioso escritor español Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880),
intensa producción que por su hondocontenido aún ejerce influencia en la
España, puesta al día en 1945 por el
conocido político y orador, Niceto Alcalá Zamora (1877-1949). Los méritos y
capacidad de Baralt como escritor acucioso, facilitan su ingreso como Individuo
de Numero de la Real Academia de la Lengua Española, el 15 de septiembre de
1853, ocupando el sillón "R",
vacante de Juan Francisco Donoso Corté, instaurado en 1714. Su discurso de
incorporación fue catalogado por el eximio escritor Marcelino Menéndez y Pelayo
(1856-1912), como una verdadera obra maestra.
El ejecutivo español lo designa "Ministro Residente Honorario, Comendador de la Gran Cruz de Carlos
III" y Director de la Gaceta Oficial de Madrid, a cuyas
responsabilidades se agregó la administración de la Imprenta Nacional en 1854. En
Santo Domingo lo designan en 1857 Ministro Plenipotenciario ante España, con la
misión de lograr el reconocimiento oficial;
su nombramiento no es aceptado,
sometiéndole a los tribunales respectivos. Al quedar absuelto de las
acusaciones y exaltada su figura, Baralt permaneció en Madrid hasta el 4 de
enero de 1860, cuando fallece a causa de una penosa enfermedad a la temprana
edad de cuarenta y nueve años; un año antes de morir, su testamento confirmaba
la donación de su amplia biblioteca a Santo Domingo, país que lo había
declarado "Hijo Ilustre",
en 1859. Por disposición del Ejecutivo Nacional, sus restos ingresaron al
Panteón Nacional el 23 de noviembre de 1982.
Tierra del sol amada, /donde, inundado de su voz fecunda,/ en
hora malhadada, /y con la faz airada, /me vio nacer que te circunda.