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viernes, 27 de mayo de 2011

GOTTFRIEL KNOCHE - EL MOMIFICADOR


GOTTFRIEL KNOCHE "el momificador"
   Gral. Eumenes Fuguet Borregales


Famoso científico alemán, quien logró desarrollar técnicas de
embalsamiento en los cadáveres no reclamados en los hospitales de La
Guaira. El sombrío médico Gottfried Knoche (se pronuncia canoje)
utilizaba a una mula para transportar los cadáveres sin dolientes
hasta su laboratorio, donde experimentaba fórmulas para embalsamar. La
técnica de Knoche hasta hoy se desconoce, pero se caracterizaba por no
extraer del cuerpo ningún órgano o víscera, a diferencia de la
tradicional técnica egipcia para embalsamar que es la utilizada hoy en
día. El hábil cirujano nació en la población de Halbertstadt, Selva
Negra, el año de 1813, graduado en la universidad de Friburgo en 1840.
Atraído por sus lecturas y el llamado de algunos paisanos radicados en
Venezuela, se interesó ejercer en nuestro país; llega a La Guaira en
1840 en compañía de su esposa y dos enfermeras. Obtuvo reválida de la
Universidad Central de Venezuela en 1845. En el caluroso puerto
atendía a los alemanes allí radicados y a los pacientes pobres, sin
cobrar por sus servicios. Le correspondió fundar en 1854, con otros
colegas, el conocido Hospital San Juan de Dios de La Guaira, ubicado
al lado de la Catedral, durante el gobierno federal del Mariscal Juan
Crisóstomo Falcón; hospital hoy desaparecido.
Knoche igualmente fue director del Hospital de La Guaira donde
combatió eficientemente la epidemia de cólera desatada en buena parte
del país.
Atraído por el clima montañoso del Ávila, que le recordaba su país de
origen, emprendía largas caminatas y paseos en mula. A fines del siglo
XIX construyó una mansión rodeada de flores y árboles frutales,
conocida como Hacienda Bella Vista o Caricari, ubicada al norte del
picacho El Palmar, próximo al sector El Palmar; adonde se llega
subiendo por Macuto o San José de Cotiza, en Caracas. Uno de sus dos
hijos se graduó de médico para ejercer en Puerto Cabello; su hija Anna
se casó con un médico. Volviendo al proceso de embalsamiento, el
doctor Knoche no suministró a nadie su inédita fórmula de preservación
de cadáveres, la cual lograba que por largo tiempo el cuerpo se
mantuviera sin descomponerse. En su completo laboratorio, instalado en
su casa de habitación, preparaba sueros antiofídicos. Numerosas
curiosidades se rememoran de este excéntrico médico, recordándose al
famoso soldado de la Guerra Federal, José Pérez, quien permaneció
sesenta años momificado, uniformado y con un viejo fusil aparentando
ser el guardián de la casa del científico; utilizaba perros, gatos y
burros disecados, que dispersos en los patios, parecían vigilar,
amarrados con cadenas para ahuyentar a los curiosos. A cien metros de
su vivienda, construyó un mausoleo con cinco fosas o criptas de mármol
cubiertas de vidrio, allí permanecieron su esposa, su hija, su yerno y
dos enfermeras en perfecto estado de conservación. El famoso pintor
Bellerman pasó temporadas de descanso en la acogedora residencia,
podía contemplar el paisaje de Macuto y el mar Caribe. Por su fama de
embalsamiento le llamaban el "Momificador del Ávila" y también el
"Frankestein venezolano". Sus servicios post mórtem fueron solicitados
para aplicar la técnica al eminente doctor Tomás Lander, fallecido el
6 de diciembre de 1845, quien luego de recibir el  maravilloso como
misterioso líquido, permaneció momificado por 39 años, vestido y
maquillado sentado en la sala de su casa, ubicada en la esquina de La
Pedrera en Caracas, hasta el 5 de abril de 1884, cuando fue trasladado
al Panteón Nacional; igual actividad realizó al presidente en
ejercicio Francisco Linares Alcántara, fallecido repentinamente de
afección bronquial en La Guaira en noviembre de 1878, antes de su
traslado al Panteón Nacional el 4 de diciembre de ese año. El doctor
Knoche falleció en su residencia avileña el 2 de enero de 1901,
llevándose a la tumba su bien guardado secreto, no sin antes dejar
preparado suficiente líquido para preservar su propio cadáver. La
residencia, laboratorio y el mausoleo fueron saqueados y luego
abandonados; los restos humanos momificados fueron enterrados cerca
del sitio. Al doctor Knoche, conocido como el "Momificador" de la
fórmula secreta”; le sobrevivió su leal y eficiente enfermera alemana
Amalie Weissmam, quien fallecería en 1926 a los ochenta y ocho años de
edad, por cierto, su fallecido patrón dejó preparado el  eficiente
líquido, que luego de veinticinco años aún conservaba su capacidad
para momificar.
A más de un siglo de su muerte, aún se comentan en nuestro principal
puerto, algunas referencias sobre las momias del Ávila y la leyenda
del Frankestein venezolano, Gottfried Knoche.

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