Lecciones del derrumbe del puntofijismo

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Quienes comparan perversamente al Comandante Presidente y a otras expresiones de la Revolución Mirandista-Bolivariana que ya se expresan como ALBA en forma integradora, con Joseph Goebbes, acusan una supina ignorancia.
Cuando se trata de factores "cultos universitarios", no son más que talentos sin probidad, al decir de la denuncia de El Libertador en el Discurso de Angostura. Prácticamente, en el mundo manda la información de globovisión de la cual se hacen eco el imperio del norte y todavía los raquíticos  proyectos de imperios europeos, con sus asesinos bombardeos sobre Libia.
Son todos tan valientes que en Libia ni siquiera se atreven a mostrar la nariz.  Decía Simón Rodríguez que la ignorancia es más de temer que la pobreza. Aquí no hay por qué falsificar nada, de nuestra parte. La Revolución tiene su obra  a la vista, y con ella estamos sacudiendo al Mundo, con sus virtudes y el trabajo bienhechor.
Pero los factores pitiyanqui (endógenos) y los factores internacionales de la antirrevolución, los que nos quieren ahogar, o lo han querido, y no pueden, se han quedado con los crespos hechos, y así se quedarán por siempre mordiéndose la lengua en su siembra de odio  y de mentiras. Así morirán como generación.
 Le tienen tanto miedo a la Verdad, porque “A la luz del tiempo … el mérito brilla”, según lo decía el propio Libertador, “y la maldad se descubre”, porque el tiempo, aunque breve,  la desnuda. “¡No niegues los éxitos de tu  pueblo, reconócelos!”, dijo un obispo de Barinas en un mensaje televisivo el 2005.
 Mentir es perverso y según las referencias de las grandes religiones que son la esencia moral de los pueblos, a veces ni siquiera la mentira piadosa es positiva, aunque fuere aceptable. Si esto es así, ¡cómo se habrá de entender la mentira malintencionada, que se vuelve ponzoña!.
La felonía es muy mala compañera, porque va contra los referentes de la grandeza humana, cual es  la intención de pervertir, de alentar el vicio, de empañar las virtudes de un pueblo, de su propio pueblo.
Lo que siempre he cuestionado al gobierno revolucionario Mirandista-Bolivariano es que haya sido tan corto de vista, para que  esos talento sin probidad, proyectos de traidores y de mercaderes de la Patria, no los haya considerado dentro de la posibilidad de tranformarlos en talentos con probidad, y salvarlos así de las propias garras del demonio de la degradación política.
Creo que dentro de las líneas del perdón, no nos queda más aliento que compadecerlos. Pues sorprende que quienes presumen trabajar por el bienestar de la Patria, que presumen defender todo, hasta el bolívar,  que no a Bolívar, ahora declaran a todos esos ladrones, asesinos, vendepatria, traficantes de droga, como perseguidos políticos, cuando andan huyendo de la justicia revolucionaria bolivariana, incluyendo al exgobernador del Estado Sucre, y a aquel que graduaron los Obispos en Caracas, ese tal Nixon Moreno, violador de mujeres indefensas, protegido por el Consejo Episcopal de nuestro país. .
 Ahora su nuevo héroe y prisionero político es ese tal Mackle, con vidas humanas segadas en su conciencia. Es vergonzoso tener opositores tan indecentes. Pero bien perdónalos Señor, aunque ellos sí saben lo que hacer: son inductores conscientes del delito común: robar, asesinar…
¿Que de malo tiene orientar los recursos de todos para servicio de los que siempre fueron excluídos!: en vivienda, educación, salud, alimentación y recreación?.¿Qué de malo tienen los actos del rescate de tierras ociosas (improductivas, en “manos muertas”, como decía el Libertador) para intentar ponerlas a producir para comida de todos.?! ¿Qué de malo tiene asumir la vivienda como programa con el objetivo de que todos tengan su refugio decente?
¿Qué de malo tiene llevar salud a todas esa zonas que  el “puntofijismo” deniminó  “zonas marginales”, mientras los  sabios venezolanos  Humberto Fernández Morán y Francisco Tamayo los consideraron como los grandes yacimientos aún silvestres de materia gris cerebral de la Patria? Decía
 Francisco Tamayo (hace 30 años) que Venezuela sería otra si invirtiéramos en Educación, Salud y Alimentación de esas llamadas “barriadas” todo lo que (entonces) se invertía en reprimirlas, para calmar las protestas sociales hacia una vida mejor: sed de justicia y equidad. ¡Justo y Necesario es Vencer! ¡Y Venceremos!
Para desconsuelo de quien sabe cuántos dijo El Libetador: “¡Oh, Y cuan espantoso es no creer en las virtudes!”
 
Por una Patria y una Tierra sana y habitable para todos y para siempre, cordialmente, Prof.. Celestino Flores,  FORJA de Venezuela, Universidad de Oriente,…